Sumo una raíz a este árbol de barro, que se cuece al sol de otoño.
Una tardecita de estas tal vez te ofrezca un dibujo o un poema. Con dibujo me refiero a algún garabato que ha surgido espontáneamente mientras observaba a mis gatas desperezarse, o a algún niño crecer de repente o alguna abeja servirse del polen de las flores de mi jardín. Y con poema quiero decir sucesión de palabras con sentidos a veces manifiestos, otras muy latentes; con alguna finalidad estética, como decir…
El DIENTE asomaba su cabecita blanca y algo despeinada. El LEÓN tenía un lunar en la frente que parecía mirar a la luna. Allí donde el diente pisaba descalzo la sequedad de la tierra, el león observaba atento en el jardín. El diente y el león suspiraron la vida en una canción, mientras se iban despegando del suelo.
Así es, que entre tun- tun y tan-tan… a veces más tan- tan que tun- tun, quiero contarte mil historias, y que no puedas creer ninguna.
Busco senderos de jardines con dientes de león….
…Cuidar los matorrales, las macetas, los canteros. Corto dientes de león.